El jueves 30 de noviembre tuvo lugar el último Th!nk Tank del año en el Centro Universitario de Artes Digitales, Voxel School en Madrid. A la jornada acudieron Protectores del diseño como Cosentino y Jori&Armengol, así como importantes referentes empresariales de la talla de Acciona, Teka, Morph Estudio, Ayuntamiento de Málaga, Dicom Events, Grupo Alvic, Charm Hunters, Adapta Capital, [i]soren y 110perceb.

Esta última sesión del año estuvo dedicada a compartir conocimiento y a reflexionar acerca del diseño y dónde es un vector fundamental para aportar valor dentro de sus estructuras.

Para ello, se contó de nuevo con la colaboración y experiencia de Paula Fernández Gago y Rodrigo Martínez Rodríguez, investigadores y docentes de la Universidad de Deusto, quienes hicieron una aproximación al valor del diseño desarrollando una investigación cualitativa de una muestra representativa de empresas de distintos sectores.

Los datos extraídos: ¿dónde identifican las empresas que el diseño genera más valor dentro de su organización?

Tomando como referencia el modelo de las 7 dimensiones de valor del diseño (innovación, usuario, negocio, transformación, ventaja competitiva, estética y sociedad) y, en orden de prioridades, las empresas consideran el diseño como eje de valor, sobre todo, en el ámbito del usuario, en el estético y como ventaja competitiva.

Sin embargo, la identificación de valor queda más diluida en la dimensión social, de negocio, de innovación y de transformación, siendo estos aspectos algo más abstractos e intangibles para los encuestados.

Si se desgrana de forma más concreta el valor del diseño, el 57,1% de las empresas consideran que esta disciplina es fundamental para desarrollar soluciones funcionales y útiles para el usuario.

Se valora muy positivamente la función estética del diseño, esencialmente, para generar soluciones atractivas, así como para mejorar la imagen de marca o de la compañía.

Otro de los escenarios mejor valorados es la importancia del diseño para generar ventajas competitivas (diferenciación y reducción de costes), pero, sin embargo, no se valora tanto a la hora de dificultar la imitación por parte de los competidores.

En cuanto al ámbito social, cobra mucha importancia el valor del diseño a la hora de tener en cuenta la sostenibilidad, mostrando una consciencia sostenible transversal en todas las empresas.

En la dimensión de negocio, el diseño es muy bien valorado para hacer más competitiva a una organización, aunque, no tanto, como un eje para fomentar el emprendimiento.

Con respecto a la innovación, el diseño tiene un papel importante a la hora de cambiar el espíritu de la compañía haciéndola más innovadora y, en cuanto a la transformación, para acelerar el lanzamiento de nuevas soluciones y mejorar la eficacia y la eficiencia.

¿Qué oportunidades dejan estos resultados?

Las empresas conocen la importancia del diseño para aportar valor en sus estructuras y son capaces de identificar sus beneficios en las 7 dimensiones de valor, aunque siga contemplándose el ámbito estético como uno de los prioritarios.

Desde esta concienciación tienen la oportunidad de seguir avanzando hacia la integración del pensamiento de diseño en sus estructuras: apostar por la captación de nuevos perfiles, la formación de sus equipos en este lenguaje y el liderazgo de una estrategia de diseño que permita permear en toda la estructura.

Las organizaciones deben percibir el diseño como un proceso, no como un resultado, por eso, en 2024, el Design Institute of Spain seguirá generando entornos como el Th!nk Tank donde perfiles empresariales puedan compartir conocimiento de alto valor, inspirarse y llegar a soluciones que permitan el crecimiento y proyección de los negocios a través de un pensamiento de diseño.

El Th!nk Tank continuará su labor en 2024, donde acogerá un nuevo hilo de pensamiento relacionado con el diseño y los retos a los que se enfrenta en la sociedad y los negocios.